La juventud: el milagro de Villaverde (3ª Parte)

Para narrar bien la historia, es justo decir que, buena parte de los y las jóvenes que cocinan a diario son jóvenes vulnerables, de estos sobre los que tanto hemos leído y oído en los medios de comunicación. La juventud fue uno de los colectivos más afectados por la crisis de 2008, con una tasa de desempleo de más del doble de la media. Y lo volvemos a escuchar: la juventud será uno de los colectivos más afectados tras la pandemia sanitaria por coronavirus. En 2019, la Unión Europea cifraba la tasa de desempleo juvenid entorno al 14%. 

Existen otros factores de riesgo que están ahí acechando para dificultarles aún más su futuro. La juventud ha ocupado en estos años los trabajos más precarios, a tiempo parcial, con contratos temporales o en empleos que se han visto muy afectados por la crisis del COVID 19, como la hostelería. Pero ahí están, y sus ganas y su empuje son evidentes tal y como lo demuestran los jóvenes que cada mañana se ponen en marcha por las familias que más lo necesitan. 

La magia de los 15.000 menús diarios es ya una frase obsoleta. Desde que en CESAL empezamos a cocinar en Villaverde, el día 24 de abril, ¡los menús elaborados ya sobrepasan los 43 mil!. Y esto ha sido gracias a las manos y al corazón del equipo que, de lunes a domingo, se empeña en ofrecer aquello de lo que más tienen, entrega e ilusión. Y esto, tal y como decía una buena amiga que pasó por Villaverde, ha de ser contado. Y aquí tenéis a algunos de sus protagonistas.

ISMAIL

Ismail es muy joven. Tiene ahora 19 años pero transmite madurez, que ya tiene experiencia suficiente como para saber lo dura que puede ser la vida y que es necesario aprovechar las oportunidades que se le ponen delante.
 
Llegó a nuestro país cuando aún era menor. Estuvo en un centro en Ceuta desde donde se trasladó a Madrid después de conseguir la tarjeta de residencia. Llegó solo, sin conocer a nadie y le tocó vivir unos días en la calle.
 
Fue acogido el centro Juan Luis Vives, donde sigue viviendo. En esta etapa de su vida conoció a CESAL. Estudió en La Quinta Cocina y la alerta sanitaria lo encontró haciendo prácticas en un restaurante. El COVID paralizó los trámites para obtener el permiso que le iba a abrir las puertas del mercado laboral y también la posibilidad de conseguir su primer sueldo.
 
Ismail colabora en las cocinas de Villaverde. Nos cuenta que “CESAL siempre ha estado conmigo. Ha llegado el momento para que esté yo con ellos. Me dijeron que se necesitaban voluntarios y yo, sin ninguna duda, me apunté.” Es su actitud, nunca está quieto, es luchador, se le ve en su forma de hacer, en su forma de moverse y de colaborar en cualquier tarea pendiente en la cocina.

Escucha a Ismail 

MARÍA CASTRO

María Castro empezó haciendo un curso de cocina, aunque ahora está en el office. Habla con pasión de esta parte de la cocina que siempre queda en segundo plano. Pero tiene claro que es fundamental que todo esté limpio, en su sitio y listo para cuando se necesita en la cocina. Transmite su orgullo, el valor que tiene la labor que le ha tocado desempeñar y que ella realiza con entrega.

 
María se siente muy bien en Villaverde. “Yo no puedo ayudar en lo económico, pero veo que puedo ayudar de otra forma. Al principio tenía miedo de salir a la calle, pero luego tomas confianza y sales con normalidad”. Con los chicos y chicas que cocina “me siento genial, son como mi segunda familia”.

DAVID ALONSO

Es parte del equipo de formadores/ educadores de La Quinta Cocina. Fue jefe de operaciones de importantes restaurantes, algunos con Estrella Michelín.  David encontró a CESAL en un momento en el que quería un cambio de vida. “En esos momentos planteaba dedicarme a la formación, pero no tenía nociones de la formación no reglada como la que se imparte en CESAL”. Después de dos años en la organización, David comenta “es impresionante ver cómo estos jóvenes afrontan la formación, las ganas y el empeño que vuelcan y su ilusión”. 

 
Ante la emergencia, este profesional de la hostelería, no dudó ni un momento en formar parte  del equipo de Villaverde.  

MICHAEL

Michael era menor de edad cuando llegó a CESAL. Sabía que debía cambiar de vida y encontró un refugio en la cocina, aunque no tenía ni idea de cocinar ni había cocinado nunca. Desde que hizo el curso de cocina, nunca ha dejado de trabajar. Cinco años después está en La Quinta Cocina formando a otros jóvenes que llegan perdidos, como llegó él.

Ve en ellos su propio reflejo, como nos cuenta en este audio.

Michael es alegre, sonríe con frecuencia, interactúa con sus compañeros, de los que siempre está pendiente. Sabe que el trabajo que allí hacen también es una extensión de la formación que reciben y que deben seguir aprendiendo.
 
Esto es lo que nos cuenta que está viviendo en Villaverde.

Estos chicos y chicas tienen por delate un largo camino hacia la recuperación de "su normalidad", pero sabemos que cuentan con el empuje que siempre hace mirar hacia adelante. Lo que estamos viviendo en Villaverde es la prueba de que no puede ser de otro modo. En CESAL seguimos trabajando con y por ellos ¿nos acompañas?