Una frontera que ofrece esperanza

La frontera entre República Dominicana y Haití, como muchos lugares en estos momentos, se ha convertido en un lugar inhóspito para vivir. Las dificultades económicas, sociales y de aislamiento generadas por el COVID-19, están provocando que muchas familias de la zona rural ubicada en la frontera estén empobreciendo aún más. El Estado dominicano está intentando paliar la situación ofreciendo ayudas directas en alimentos y de forma económica, pero éstas no llegan a todas las familias.

CESAL, con fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), en el Sur de República Dominicana, y la Unión Europea, en la línea Noroeste del país, está interviniendo en varias de estas comunidades rurales en las que viven muchas familias haitianas que han buscado, pasando la frontera, la mejora de sus condiciones de vida. A raíz del COVID-19 muchas han quedado sin trabajo, sin ayudas económicas de ningún tipo y se unen a la dificultad de muchas familias dominicanas.

Con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos y de la Organización Internacional para las Migraciones, nuestros equipos en terreno han realizado informes sobre la situación de riesgo de exclusión de las familias en las diferentes comunidades con las que trabajamos. En el sur en las comunidades de Polo, Duvergé, Puerto Escondido y Angostura. Mientras que en la línea Noroeste se han intervenido las comunidades de Jaramillo, Las Matas de Santa Cruz y Guayubín, además de en la Mara, Los Miches, Los Cartones, Villa Codepo en Dajabón y en El Pocito, Castañuelas, Ranchadero, La Peña y Martin Garcia de Montecristi.

En estas tres últimas semanas hemos sido capaces de hacer llegar 1.100 kits de alimentos a personas adultas, mujeres embarazadas, niños y niñas. Un alto porcentaje de estas familias son de origen haitiano con un alto índice de pobreza extrema y de familias dominicanas sin recursos.

En las semanas que siguen nuestros esfuerzos se van a centrar en continuar apoyando aquellas familias en condiciones de vulnerabilidad. En este sentido, a partir del mes de junio CESAL acompañará a 50 familias a lo largo de 6 meses en las comunidades de La Mara y Los Miches, del municipio de Dajabón, en la línea Noroeste de la frontera dominicana. Esto incluye familias de procedencia haitiana y población muy envejecida que no reciben ningún tipo de ayuda concreta.