¿Dónde está la esperanza en Haití?
Desde el año 2007 CESAL - ONG española de cooperación internacional e inmigración - apuesta por el desarrollo en Haití. Todos los días nuestros técnicos en el país (4 cooperantes expatriados y más de 70 profesionales haitianos) son testigos de que, hoy más que nunca, hay esperanza en este país latinoamericano. No se trata de una frase hecha, sino de la conciencia de que el factor original del desarrollo es la persona.
Jordi Bach, director de proyectos de CESAL en Haití y uno de los pocos cooperantes españoles sobre el terreno que vivió el terremoto en el año 2010, testimonia el método con el que CESAL trabaja en el país caribeño:
"Hay esperanza en Haití. Si uno se pone a leer un informe de Naciones Unidas o unos macro indicadores, parece que dicen lo contrario. Pero en mi trabajo, en mi vida, cuando estoy delante de una persona no me vienen a la cabeza ninguno de esos macro indicadores. Ni esa persona sabe nada de las cifras. Sin embargo, cuando trabajamos juntos con una familia, un niño, alguien que pone en marcha un negocio, una mamá que aprende a alimentar a su hijo, una asociación... vemos personas que entienden que su vida sí puede mejorar y tienen esperanza. Y yo en mi día a día veo ese cambio en las personas, en cosas demostrables, no utópicas".
CESAL trabaja actualmente en Cité Militaire, una barriada al norte de Puerto Príncipe donde viven 45.000 personas. En la capital hemos apostado por apoyar el sector educativo y nutricional enfocando nuestra intervención en la infancia y las familias para responder a la realidad que nos encontramos en nuestro día a día.
Emergencia educativa
CESAL afronta el trabajo en el sector de la educación porque Haití vive una grave crisis educativa. Hay cerca de tres millones de niños y adolescentes en edad escolar. En la educación primaria sólo la mitad de los niños están escolarizados y en secundaria sólo uno de cada cinco asiste regularmente a la escuela. Nos encontramos con más de un millón de menores en edad escolar que tienen acceso a la educación. La situación se agravó desde el terremoto ya que la mitad de las 15.000 escuelas de primaria y de las 1.500 de secundaria fueron destruidas o gravemente dañadas, disminuyendo el número de plazas disponibles. En Haití el 80% de las escuelas son privadas (donde el 55% de la población vive por debajo del índice de pobreza - 1,25$ por día -) y, si sumamos el coste de libros, uniforme escolar y otros materiales, la educación se convierte en una carga imposible de afrontar. Por último, existen problemas socio-culturales como la falta de comprensión sobre la importancia de la educación, familias desestructuradas o el fenómeno de los niños restavek que abandonan sus familias en el campo para realizar tareas domésticas en las ciudades. Este último fenómeno afecta al 5% de los niños haitianos. La familia rural deja a su hijo ofreciéndolo a sus familiares (cercanos o lejanos) en la ciudad que se encargan de él. En la familia receptora el niño es un inquilino de segunda: hace las tareas del hogar y recibe comida, pero no va al colegio y no recibe las mismas atenciones que los hijos de la familia.
Una respuesta orgánica, historias de protagonistas.
Para responder a toda esta realidad CESAL ha establecido una estrategia de trabajo en el barrio de Cité Militaire, en Puerto Príncipe, que intenta relacionar las causas de la situación (económicas, falta de infraestructuras, aspectos socio-culturales...) con los actores implicados (niños, familias y escuelas).
Alexandra tiene 12 años y vive en un campo de desplazados. Su famila, marcada por el maltrato del padre y su desaparición en el terremoto, la deja en manos de un familiar en Puerto Príncipe. En su nuevo hogar, Alexandra está obligada a realizar las tareas domésticas, no va a la escuela y es maltratada: se ha convertido en una "restavek". Tras el apoyo psicosocial que CESAL ha prestado a su familia, Alexandra ha vuelto a vivir con su madre y está escolarizada de nuevo. "Ahora", dice Alexandra, "me siento como en casa".
Eugène desconocía cómo debe ser el comportamiento de los niños según la edad, qué comportamiento puede esperar y cómo corregirlos, por lo que termina por maltratarlos. Después de asistir a la formación para padres que CESAL desarrolla en las escuelas, se sabe mejor preparada para ecucarlos: no les maltrata y ha sabido crear un clima de confianza y diálogo con ellos. Además les envía al colegio y sigue su evolución en contacto directo con la dirección de la escuela.
Guerline, Brytilien y Louis son profesores de una de nuestras escuelas colaboradoras, sin ninguna formación en pedagogía ni bases en la práctica de la enseñanza. Gracias a la formación de CESAL, ahora están en condiciones de realizar un plan de estudios según las etapas de cada curso, formular objetivos específicos de aprendizaje o programar una planificación pedagógica mensual y anual. En definitiva, para ofrecer una educación de calidad a sus alumnos.
El futuro.
Además del trabajo anterior y con la cofinanciación de Cáritas Portuguesa, CESAL ha iniciado la creación y puesta en marcha de un Centro de Formación Profesional para jóvenes sin recursos del barrio de Cité Militaire, enfocado a oficios del ámbito de la contrucción civil - una de las principales demandas para la necesaria reconstrucción del país -. Ubicado en el terreno de un antiguo "abrigo" o campo de desplazados, el Centro permitirá mejorar sus oportunidades de inserción laboral, con capacidad para 360 alumnos.
Con motivo del segundo aniversario del terremoto de Haití CESAL, junto a la productora La Comuna Vertical, lanza el documental "Haití: Tierra de Esperanza", financiado por la Dirección de Cooperación al Desarrollo de la Comunidad de Madrid y con el apoyo de Micrópolix. Entre otros, hemos contado con la colaboración de Juan Ramón Lucas, Soraya Rodríguez, José Andrés, o Forges.
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