Omar y Rubén vienen de vidas difíciles, pero son luchadores. Tienen ganas de aprender y son entusiastas. Buscan afecto y el sentido de sus vidas. Quieren encontrar un trabajo, pero también sentirse útiles y aportar a la sociedad. Estos son los chicos y chicas con los que trabaja CESAL cada día.
Omar y Rubén son un ejemplo. Y están contentos porque muchas personas como tú están haciendo posible que tengan trabajo y que cumplan sus sueños.
Historias como esta la vivimos cada día en CESAL. DONA para que los sueños de muchos jóvenes se cumplan y su integración sociolaboral sea una realidad.