Haiyan, dos meses después

Dos meses después de que el Tifón Haiyan haya azotado Filipinas, CESAL continúa la campaña de emergencia para apoyar a las víctimas a través de la presencia y el trabajo de las Hermanas Dominicas de la Beata Imelda, cuya presencia se remonta en el país a hace 40 años. Después de la llegada de la primera ayuda de emergencia, con alimentos y artículos de primera necesidad, continúa el plan de la Red AVSI, de la que forma parte CESAL, para ayudar a reconstruir el país.

La Hermana Margherita Dalla Benetta es la directora de la Escuela de las dominicas en Calabanga, escuela que está siendo apoyada por la Red AVSI y que acoge a más de 800 niños y niñas a pocos kilómetros de Manila. La hermana Margherita y los trabajadores del colegio se pusieron en marcha después de los primeros momentos del paso de Haiyan para ayudar a las víctimas con alimentos, medicinas y materiales escolares para los niños.

En estos momentos la Red AVSI, junto con el personal existente en Filipinas, ha previsto una serie de acciones para contribuir a la reconstrucción del país, a partir de las necesidades identificadas sobre el terreno. Con los fondos recaudados por la Red, algunas de las intervenciones previstas para los próximos meses son:

• Asistencia económica para la reconstrucción de las viviendas severamente dañadas por el tifón. El trabajo se organizará en colaboración con el Gobierno de Filipinas, como parte del programa de transferencia para los barrios devastados, sobretodo en la zona costerade Tacloban.
• Planificación y organización de un programa de alimentos, para asegurar que las víctimas tengan los suficientes medios para asegurar su sostenimiento  y tomar un pequeño ingreso diario, con la colaboración de algunas ONG locales.
• Asistencia económica a los pescadores de la zona para ayudarles a que vuelvan a faenar. Se pondrá un pequeño capital que estará disponible para la compra de barcos y herramientas nuevas para reanudar el secado y venta de la pesca.

En las últimas semanas, gracias al apoyo de las donaciones privadas en la campaña de emergencia para Filipinas, y al trabajo en terreno de la Hermana Margherita y los trabajadores de la escuela, se han podido dar los primeros pasos para la reconstrucción del país. Con los primeros fondos enviados al país ya ha sido posible:

• Enviar alimentos y medicinas a las familias más afectadas en nuestra zona de influencia.
• Dar asistencia económica para la reparación y reconstrucción de 8 viviendas destruidas por Haiyan.
• Distribuir materiales escolares para unos 1.300 estudiantes.
• Proporcionar asistencia psicológica a 150 jóvenes traumatizados.
• Acomodar durante tres meses a decenas de jóvenes estudiantes que se quedaron sin hogar.