Entre el 31 de mayo y el 7 de junio, El Salvador vio como a una emergencia, la sanitaria, se sumaba otra provocada por dos tormentas tropicales que provocaron vientos huracanados y lluvias intensas que han causado inundaciones, deslizamientos de tierra y derrumbes, sobre todo en las zonas más vulnerables. Las tormentas, que han afectado todo el territorio nacional, han provocado la pérdida de vidas humanas, más de 30.000 familias afectadas, y más 12.600 personas sin hogar, que ahora viven hacinadas en 325 albergues distribuidos por todo el país, según fuentes oficiales.
La Cordillera de El Bálsamo, uno de los territorios donde estamos presentes, ha sido una de las zonas afectactas por las tormentas. Así describe la situación Carlos Fernández, director de CESAL en El Salvador “En los municipios de Sacacoyo y Jayaque hemos identificado daños en las instalaciones de, al menos, 5 centros educativos, en los que las inundaciones se han llevado por delante el mobiliario escolar. Los ríos se han desbordado, han derribado las precarias viviendas de las familias, que ahora se han visto obligadas a desplazarse a albergues. Nos preocupa que, además de haberlo perdido todo, las inadecuadas condiciones compliquen la situación sanitaria y que se incrementen los casos de contagio por coronavirus”.
Testimonio de Joel Armando Palacios del Cantón Ateos - El Salvador
Testimonio de Fernando Antonio Castro, de Caserío El Tigre - El Salvador
Por su parte, Álvaro Pita, director de proyectos de CESAL en el país, destaca que “por ahora, lo importante es dar respuesta a las necesidades más inmediatas. La situación de la población era ya de gran vulnerabilidad debido al cese de las actividades económicas por la cuarentena. Son muchas las comunidades afectadas en las que es urgente proporcionar alimentos, jabón, cepillos de dientes, pasta, champú, toallas, pañales, biberones y leche para los bebés; además de facilitar el acceso a mascarillas y otros materiales de protección sanitaria”.
Una doble emergencia se está produciendo en El Salvador. Esta es la realidad de muchos países donde estamos presentes. Sin embargo, gracias a la colaboración de miles personas, de empresas y de instituciones, CESAL está actuando allí donde es más necesario que nunca.
LAS FAMILIAS EN EL SALVADOR, EN ESPAÑA Y EN LOS PAÍSES DONDE ESTAMOS PRESENTES ESTÁN SALIENDO ADELANTE GRACIAS AL APOYO QUE PERSONAS, EMPRESAS E INSTITUCIONES NOS SEGUÍS BRINDANDO.
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