Durante los últimos días estamos viviendo en primera persona una realidad que nunca hubiéramos imaginado. En los momentos de crisis, es cuando desarrollamos más consciencia de nuestra vulnerabilidad y sus consecuencias en todos los ámbitos de nuestras vidas.
En CESAL, trabajamos con miles de personas para las que la precariedad y las carencias son la norma. Aún así, esta emergencia sanitaria va a hacer más patente la brecha, la escasez y la falta de recursos entre unos lugares y otros. De ahí que todos los equipos de CESAL estamos preparados para estar junto a quienes más nos necesitan, cumpliendo de forma estricta, eso sí, con las recomendaciones de las autoridades nacionales e internacionales.
En Perú, Honduras, El Salvador, Haití, República Dominicana y Mozambique, ya se ha decretado el confinamiento y declarado la situación de alerta en mayor o menor medida. Tal y como sucede en España.
En Perú, donde ya se ha decretado el toque de queda, Javier de Haro, director de CESAL en el país, declara que “tener 4.000 o 5.000 afectados sería una catástrofe”. Las cifras oficiales ya apuntan a que el número de personas infectadas puede estar rondando esta cifra. Los hospitales no cumplen con condiciones de salubridad, “se convierten en focos de contagio ante la ausencia de agua, jabón, guantes, mascarillas y gasas.” El 90% de las camas para enfernos graves están ya ocupadas en Lima. Hablamos de Perú, un país considerado de renta media.
Todos los equipos destacan la precariedad sanitaria. “La situación es alarmante, a pesar de los pocos casos reportados. Los medios disponibles en los hospitales son mínimos. No hay trajes aislantes, el agua potable escasea y solo hay tres aparatos de ventilación asistida para los casos de insuficiencia respiratoria, en el principal hospital de Tegucigalpa”, nos comenta José R. Parmo, director de CESAL en Honduras.
“En República Dominicana, hay zonas donde la sanidad pública no existe y puede ser dramático. Todo o buena parte del trabajo agrícola realizado se puede perder. Es posible que se pierda mucho del trabajo hecho en muchos ámbitos”, declara Antonio Benete, director de CESAL en este país.
“En Mozambique, a la escasez de alimentos, que provoca desnutrición grave, se suma ahora la amenaza del coronavirus", nos dice Jaime Infanzón, director de CESAL en Mozambique.
“En CESAL estamos en alerta. Conocemos las vulnerabilidades de cada uno de los países donde estamos y las condiciones de precariedad. En las épocas de “normalidad”, un altísimo porcentaje de población vive en condiciones muy difíciles. La desnutrición, la precariedad del ámbito sanitario, la falta de agua y energía, de acceso a medicamentos y al saneamiento más elemental, preocupan más que nunca. Esto nos ocupa en estos momentos, ver la forma de seguir acompañando a las familias en esta situación insólita, inesperada e impredecible.” Este es el mensaje que Pablo Llano, director de CESAL nos quiere transmitir a todas las personas que formamos parte de la organización.
ASÍ SEGUIMOS TRABAJANDO
En los diferentes países donde operamos, se están desarrollando iniciativas para seguir trabajando en la medida en la que las circunstancias nos lo permiten.
En España, hemos tenido que paralizar las acciones de formación para la inserción laboral puestas en marcha. La parálisis del país está teniendo ya consecuencias o las tendrá en el futuro próximo sobre nuestros jóvenes. Algunos han perdido ya sus puestos de trabajo y no pueden hacer frente al alquiler de sus casas. Quienes no se pueden seguir formando, tendrán dificultades para acceder a un puesto de trabajo que necesitan con urgencia.
Ante esta realidad, nuestros maestros y maestras echan mano de todos sus recursos y hacen que sus clases no se paren. Están produciendo vídeos con los medios disponibles, sus teléfonos móviles, para que los y las jóvenes puedan seguir sus clases online.
A continuación os compartimos un vídeo formativo de CESAL en la Quinta Cocina, espacio gestionado con el Ayuntamiento de Madrid
En Huachipa, Perú, se está priorizando el trabajo con 86 familias. Monitoras de Apoyo Familiar, 7 madres voluntarias, se han ofrecido para informar sobre la situación de otras familias que puedan encontrarse en emergencia por el COVID-19. Estas madres identificarán a las familias en más alto riesgo y estarán siempre coordinadas con los equipos de CESAL, que prestarán servicios de asesoramiento, envío de alimentos básicos y toda la atención que sea posible brindar.
SÍGUE LO QUE ESTÁ PASANDO
En los próximos días seguiremos contándote las acciones que vamos emprendiendo en cada uno de los países donde estamos presentes. Síguemos en las redes sociales y visita nuestra Web.
Desde nuestros hogares, donde es obligatorio permanecer, podemos seguir colaborando con quienes más nos necesitan.
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