El occidente de Honduras es una de las zonas de mayor producción de café de exportación y a la vez, es una de las zonas donde hay mayor tránsito y oportunidad de migración irregular al estar conectado con la frontera de Guatemala. CESAL está desarrollando múltiples esfuerzos en los departamentos de Copán, Lempira y Ocotepeque específicamente, para promover, fortalecer y crear nuevas oportunidades que ayuden a las personas a vivir de forma plena, segura y productiva; inspirando e impulsando a las y los jóvenes a quedarse en su patria, a NO MIGRAR y a ser parte del Desarrollo Económico su familia, su comunidad y su país.
“Yo no quería migrar como mi papá lo hizo, me quería quedar en mi país; por eso me vine de Tegucigalpa hacia Mercedes en Ocotepeque, porque allá (en Tegucigalpa) no tenía trabajo y cerca de mi colonia me pedían impuesto de guerra (cobro ilegal o extorsión que realizan las maras y pandillas en algunos barrios y colonias); busqué venirme al campo y aprender a trabajar en una finquita de café que con mucho esfuerzo compramos mi familia y yo; no ha sido fácil porque en el campo se trabaja bastante y se requiere de mucho esfuerzo, además que de café yo sólo sabía como tomármelo, aunque pronto aprendí que hasta eso hacía mal...” relata Walter Vásquez, uno de los alumnos egresados de la Escuela Técnica en Café COCREBISTOL (ETCC) al recordar como decidió desplazarse de forma atípica de la ciudad a la zona rural y como en búsqueda de oportunidades y protección se encontró con la ETCC.
CESAL apoya a la Escuela Técnica de la Cooperativa COCREBISTOL junto a la Fundación Etea y junto a organizaciones que poco a poco se han sumado a los procesos de formación, como la Fundación Jicatuyo y la Fundación Hanns R. Neumann Stiftung. Estas alianzas tienen el objetivo de fortalecer las iniciativas locales y que existan dentro las comunidades, espacios en los que las y los jóvenes puedan encontrar el apoyo y la formación que requieren para alcanzar sus metas y acceder a nuevos medios de vida.
Honduras es el número 6 en la lista de los 10 países con mayor producción y exportación de café a nivel mundial, produciendo unos 6.12 millones de sacos (60 kilos cada saco) en el período 2020/2021 y exportando unos 5.57 millones de sacos hacia los países con mayor demanda en el rubro, según los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) publicados por el periodico digital Agencia Agraria de Noticias.
También, con base en los datos manejados por el Instituto Hondureño del Café (IHCAFÉ), esta cadena de valor (café) produce el 35% del Producto Interno Bruto Agrícola (PIB-A) y genera cerca de un millón de empleos directos a nivel rural, en 15 de los 18 departamentos que componen el país.
Estos números representan para CESAL una oportunidad de impulsar a nuevos y ya existentes micro y pequeños productores; para que ellas y ellos puedan trabajar en su tierra y puedan ser parte de una economía global que les represente nuevas y mejores oportunidades de vida.
Desde el proyecto “Jóvenes por la resiliencia climática en la producción del café en el occidente de Honduras” y el "Convenio CIMAS" financiados por Tostadores Reunidos S.A. y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) respectivamente; CESAL, la Fundación Etea y sus socios locales, han posicionado a la Escuela Técnica (ETCC) como un referente en procesos de formación, producción, transformación y asesoramiento en temas de café; mediante la cual cada año se imparten cursos sobre manejo agronómico de fincas, mecánica de beneficios cafetaleros, tostaduría, catación, barismo y otras áreas relacionadas a la cadena de valor del café.
Cada uno de estos talleres están diseñados para fortalecer las capacidades de más de 100 jóvenes productores o hijos e hijas de productores, y a 200 socios/as de las cooperativas COCREBISTOL, COCAMOL, UNICASMO y COCAJUNCAL, involucradas en el proceso de mejoramiento de la calidad, productividad y comercialización de los tipos de café que se generan en la región; sumando así a los esfuerzos nacionales e internacionales de apoyo y mejora a la economia local y a la prevención de las migraciones irregulares.
“Cuando alguien cree en uno y lo apoya a salir adelante, uno busca luchar más y aprende a ver las caravanas de migrantes que pasan de largo, pero cuando está desesperado y sin empleo, las caravanas son una tentación para irse también; yo decidí que no me iba porque creo que aquí hay trabajo, se requiere de esfuerzo eso sí y si usted trabaja, se forma en talleres, participa y aprovecha las oportunidades no se muere de hambre”, explica Walter, quien menciona además, que haberse afiliado a la Cooperativa COCAMOL le dio la oportunidad de conocer sobre la Escuela Técnica, matricularse en ella, aprender más sobre su finca y poder "tomar una taza de buen café producido en su tierra".